La reprogramación puede ser otorgada a solicitud del cliente o unilateralmente, mientras se negocia la refinanciación
Los consumidores financieros deben comprender la diferencia entre la reprogramación y el refinanciamiento de préstamos en el sistema financiero para que puedan elegir la mejor opción en función de la situación actual.
Si bien tanto la reprogramación de la deuda como el refinanciamiento del crédito permiten a los deudores pagar sus deudas, el Instituto Nacional para la Defensa de la Competencia y la Propiedad Intelectual (Indecopi) destaca las diferencias.
La reprogramación podrá ser aprobada unilateralmente a solicitud del cliente o por decisión de la entidad financiera. En este último caso, el usuario tiene derecho a revocarlo, manteniendo las condiciones originales del crédito.
Vale destacar que la reprogramación de deudas se puede solicitarla si se está al día en los pagos o si no se tiene más de 30 días de atraso.
Las condiciones del crédito, tales como la tasa, el plazo o el monto, pueden variar. En el caso de las reprogramaciones unilaterales, la modificación de la tasa de interés es posible siempre que esta se reduzca.
Por último, la reprogramación no afectará la calificación crediticia del deudor en las centrales de riesgos.
Por el lado del refinanciamiento, este está sujeto a la negociación con la entidad financiera, se puede solicitar, incluso, teniendo más de 30 días de atraso en el pago, y las condiciones del crédito, como la tasa, el plazo o el monto, pueden variar.
Cuando se toma la opción de refinanciamiento, la calificación crediticia del deudor en las centrales de riesgos se verá afectada.