12 personas capturadas que se dedicaban a desviar sustancias químicas que serían utilizadas para el procesamiento de la cocaína en laboratorios clandestinos.
Entre ellos está Luis Eduardo Ramírez, señalado de ser el principal proveedor de los insumos que se usaban en el laboratorio de cocaína encontrado en la propiedad del ex diplomático. Este último ha negado tener conocimiento de su existencia.
La Fiscalía General, la Dirección de Anti-narcóticos de la Policía y agencias americanas , capturaron a 12 personas relacionadas con una red de desvío de sustancias químicas que serían utilizadas para el procesamiento de cocaína en laboratorios clandestinos, la operación se llevó a cabo en Cundinamarca, Boyacá, Caquetá y otros departamentos.
Entre los capturados se encuentra Luis Eduardo Ramírez, señalado cabecilla de la red criminal y quien presuntamente era el enlace entre las empresas legalmente constituidas y las estructuras al servicio del narcotráfico. Las pruebas obtenidas, dice la Fiscalía, darían cuenta que sería el principal proveedor de sustancias para un laboratorio que fue descubierto y destruido en una finca ubicada en Guasca (Cundinamarca).
El laboratorio que se hace mención es la finca Haras de San Fernando de propiedad de la familia del exembajador de Colombia en Uruguay Fernando Sanclemente, en donde las autoridades encontraron en febrero de 2020 un improvisado complejo para el procesamiento de cocaína en la que se encontraron siete toneladas de insumos químicos y más de 9.000 gramos de coca y pasta de coca.
Sanclemente declaró que es víctima en el caso, por el que la Fiscalía aún no le imputa cargos y del cual no se le considera culpabilidad . También señaló que desde un principio colaboró con las autoridades para esclarecer la situación y que su familia o empleados nunca advirtieron que en ese inmueble funcionaba un laboratorio de cocaína.
Los mayordomos de la finca, en cambio, señalaron en febrero de este año que Sanclemente sí sabía lo que allí pasaba
¿Cómo operaba la red?
La investigación permitió evidenciar que uno de los eslabones de su cadena criminal, era la elaboración de permanganato de potasio, utilizando complejos rústicos ubicados en Cundinamarca y la región de los Llanos Orientales. Posteriormente, los insumos químicos que procesaban eran enviados vía terrestre en vehículos con carga ilícita a municipios de Cundinamarca, Boyacá, Magdalena Medio y Caquetá, donde era comercializada a otras estructuras narcotraficantes.
“Se descubrió la presunta utilización de empresas legalmente constituidas en Florencia (Caquetá), donde aparentemente contaban con la complicidad de representantes legales que facilitaban el desvío de la sustancia química controlada. En las diligencias de registro y allanamiento realizadas de manera simultánea en Bogotá, Florencia (Caquetá), Soacha y Sibaté (Cundinamarca) se logró la captura de 11 de los presuntos articuladores del ilícito y la imputación de otro posible integrante que ya se encontraba privado de la libertad”, señaló la Fiscalía..
Los demás procesados, quienes al parecer trabajaban en la logística o fungían como transportistas e incluso químicos empíricos, son: Diego Fernando Astudillo Trujillo, Francisco Javier López, Jimmy Alexander Fajardo Ávila, Edinson Fernando López Yanguma, Nicolás González López, César Augusto Cuaspud Castaño, Rosel Bonilla Triviño Gerson Fabian Torres, John Dairo Torres Torres, Rodrigo Bedoya García y Aurelio de Jesús Ramírez Valencia.
En las diligencias fueron incautados 2.090 galones de manganato de potasio, 1.000 kilogramos de cloruro de calcio, 120 kilogramos de permanganato de potasio y 54 galones de ácido clorhídrico y se logró la destrucción de un laboratorio clandestino utilizado en la producción de permanganato de potasio en Sibaté (Cundinamarca). Un fiscal de la Dirección Especializada contra el Narcotráfico imputó a los detenidos, los delitos de tráfico de sustancias para el procesamiento de narcóticos y concierto para delinquir agravado.
Fuente : El Espectador